


Esta es una de las exclusivas del Búcutu. En renacimiento del bútucuqucsianismo. Bebel Gilberto a través de cuatro palos de Vodka con jugo de cranberi.







Be who you are and say what you feel, because those who mind don't matter and those who matter don't mind-- Dr. Seuss
Al igual que Albizu, otro ínclito patriota, Rubén, desfloraba a diestra y siniestra a cuanta chamaquita le llevaran, tanto a Culebra en los 1970, como a Vieques en el Nuevo Milenio. A mi no me engañas, jincho pellejú de Aibonito. Tú no dormías allí y hasta el agua te la traían en lancha desde Fajardo.
Ni un peso compraste en víveres en la Isla Nena, a pesar de que colmado de testosterona te proclamaste como el 'Hombre en la Playa'. Y no lo dice Zaoco, eso lo saben todos los viequenses. Ay!, los rigores de la lucha patria...
Pero no es sobre esos asuntos que compete mi comentario, sino sobre mi retorno, lento, asqueroso y baboso -como este caracol de jardín- a las esferas blogueras plagadas de cisnes de auténtico plumaje chijí-chijá pseudo-vanguardistas.
De poco me valdrán sus críticas y sus tiraeras con aspiraciones de regaetonero, pues el cariño y hasta una churra de mi hijo Mauro me importan más que sus cavilaciones. Regreso cuando quiero y como quiero. Me voy y vuelvo a mi ritmo. Esto es como la gimnasia, puro ejercicio, o como diría un crítico de la blogosfera, en una maroma whisfullthinking algo cándida, no obstante tierna: ejercicios literarios en tiempo real.
p.d. Alguien puede explicarme la ¿reseña? de Marioantonio Rosa sobre 'El filo de tu piel', de la autoría de José Ignacio Valenzuela, publicada esta semana en Claridad. Quien me haga la caridad por favor, y de una vez, tradúzcanme las güevadas que los trasmaneros publican en 'El periodico de la nación puertorriqueña'. Perdonen mi ignorancia, ¿no? Si no dan con la respuesta a mi sandez, díganme donde estos excelsos escritores y críticos de vanguardia compran esos psicotrópicos que les permiten acceder a esa realidad alterna a la que estoy vedado. Plis!